El día 30 de octubre del año 2016 despedimos al párroco, Don Carlos, y al domingo siguiente presentaron al nuevo cura párroco, D Jesús Manuel Herreros Recio, mediante una carta del señor obispo.
Como vereis han pasado unos cuantos días y el que escribe le da la impresión que no solo hemos despedido a D. Carlos si no que hemos dejado atrás un modo una forma de cura-párroco de Becerril de Campos.
Recuerdo aquellos viejos tiempos en que el cura, el alcalde y la guardia civil eran las fuerzas vivas del pueblo, ‘los mandamases’
Una de esta fuerzas vivas, la iglesia, se ha ido diluyendo. En este fenómeno han influido varias causas: El pensamiento y la forma de vivir de la gente, la pérdida de habitantes del pueblo, una religiosidad distinta, pero creo que una importante es la falta de sacerdotes. Hemos pasado de tener un párroco con dedicación exclusiva a un sacerdote compartiendo parroquia a un cura que tiene la parroquia como complemento a un trabajo diferente.
Por eso la despedida de D. Carlos ha sido sentida, como algo que se pierde y que puede que no se vuelva a tener. A pesar de su corto recorrido en este pueblo, acostumbrados a que los sacerdotes dedicasen muchos años a Becerril, le despedimos agradeciéndole su trabajo.
El alcalde se lo agradeció, en nombre del pueblo de Becerril de Campos, el buen hacer entregándole un recuerdo.
La junta Parroquial, que tendrá un protagonismo mayor, le dedico palabras de agradecimiento a su entrega.
Y el pueblo sencillo y cristiano que asistieron a su Misa de despedida le recuerdan como un hombre bueno.
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